La declaración de concurso de acreedores es un proceso legal diseñado para ayudar tanto a empresas como a personas físicas en situaciones de insolvencia, permitiendo reorganizar deudas y gestionar la crisis financiera de forma ordenada.
En este artículo, explicamos los efectos más relevantes de declararse en concurso de acreedores, cómo puede ayudarte a superar una situación económica difícil y qué aspectos debes tener en cuenta al emprender este proceso. En FBI Abogados, estamos especializados en ofrecer asesoramiento y defensa legal en procesos concursales en Fuenlabrada y también en los trámites de la Ley de Segunda Oportunidad, para que puedas tomar decisiones informadas y proteger tu futuro.
El deber legal de solicitar el concurso de acreedores
Uno de los aspectos más importantes al enfrentarse a una situación de insolvencia es el deber legal que tienen los empresarios de solicitar el concurso de acreedores. Según el Texto Refundido de la Ley Concursal, los empresarios deben presentar la solicitud en un plazo máximo de dos meses desde que tengan conocimiento de su insolvencia actual o la prevean de forma inminente.
¿Qué sucede si no se solicita el concurso a tiempo?
El incumplimiento del plazo legal para solicitar el concurso de acreedores puede acarrear consecuencias negativas significativas. Entre ellas, el concurso podría ser calificado como culpable si el juez determina que la insolvencia fue causada o agravada por una actuación negligente o dolosa del administrador. Esta calificación podría derivar en la responsabilidad personal del administrador por el déficit concursal, es decir, por el importe de las deudas que permanezcan impagadas tras la liquidación de los activos del deudor.
Es importante destacar que esta responsabilidad no abarca todas las deudas del concurso, sino únicamente el saldo negativo restante, delimitando así el alcance de la misma. Actuar con diligencia y presentar la solicitud de concurso dentro del plazo establecido es fundamental para evitar consecuencias graves y proteger tanto los intereses de la empresa como los del administrador societario.
En FBI Abogados, te ofrecemos un asesoramiento integral para gestionar el procedimiento concursal con total garantía, asegurándonos de que cumplas con los requisitos legales y minimices los riesgos asociados, preservando tus derechos y tu patrimonio.
Protección frente a los acreedores concursales
Uno de los efectos más inmediatos de la declaración de concurso es la protección frente a los acreedores. Desde el momento en que se inicia el proceso concursal, se suspende la posibilidad de que los acreedores inicien nuevas ejecuciones individuales o embargos contra la empresa o persona afectada.
Esto implica que, durante el concurso y con carácter general, no podrán llevarse a cabo acciones judiciales o administrativas para reclamar deudas de forma aislada. El objetivo de esta medida es garantizar que todos los acreedores sean tratados de manera equitativa, evitando que unos obtengan ventajas sobre otros. Es una de las principales ventajas del concurso, ya que ayuda a gestionar la insolvencia de manera ordenada y justa.
Gestión ordinaria de la empresa y de sus bienes durante el concurso
Dependiendo de la fase del concurso y las características de la insolvencia, la gestión de los bienes y la administración de la empresa puede variar. Existen dos situaciones principales:
- Situación de intervención: En esta fase, el empresario conserva el control sobre la empresa y sus bienes, pero debe someter sus decisiones a la supervisión de un administrador concursal. Este supervisor tiene la función de velar por los intereses de los acreedores y garantizar que la empresa siga operando dentro de lo posible.
- Situación de suspensión: En casos más graves de insolvencia, el control de la empresa puede pasar a ser gestionado directamente por el administrador concursal, quien tomará todas las decisiones relevantes hasta que se resuelva la situación.
En cualquier caso, las decisiones relevantes sobre la empresa y su patrimonio deben contar con la supervisión judicial, no solo para garantizar la equidad del proceso, sino también para proteger los derechos y los intereses del concursado frente a situaciones que puedan agravar su insolvencia. El concurso de acreedores ofrece herramientas legales diseñadas para facilitar la reorganización económica del deudor y su recuperación empresarial, priorizando siempre su viabilidad futura.
En FBI Abogados, te ofrecemos un asesoramiento integral para gestionar el concurso de acreedores de forma estratégica, maximizando tus derechos como deudor y explorando todas las opciones disponibles para garantizar la sostenibilidad de tu actividad económica. Nuestro objetivo es acompañarte en cada paso del proceso para que recuperes el control financiero de tu negocio con las mejores garantías.
Posibilidad de negociar deudas
Uno de los principales beneficios del concurso de acreedores es la posibilidad de renegociar las deudas con los acreedores mediante el preconcurso para implantar un plan de reestructuración o bien un convenio concursal. Estas soluciones legales habilitan que se consigan acuerdos sobre reestructuración del activo y del pasivo de la empresa, establecimiento de quitas, es decir, la reducción del importe adeudado, así como esperas, que consisten en el aplazamiento de los plazos de pago.
Tanto la homologación judicial de un plan de reestructuración como la aprobación judicial de un convenio por parte del juez permite al deudor reestructurar su patrimonio, sus obligaciones financieras y continuar con su actividad en condiciones más sostenibles.
En FBI Abogados, te asesoramos en la negociación con los acreedores y en la elaboración de un plan de reestructuración sólido y viable. Nuestro objetivo es ayudarte a superar la situación de insolvencia y garantizar la continuidad de tu actividad bajo un marco financiero más estable y eficiente.
Suspensión o resolución de contratos
En el marco de un concurso de acreedores, la viabilidad económica de los contratos vigentes se pone a prueba. Aquellos que resulten excesivamente onerosos o inviables pueden ser objeto de suspensión temporal o resolución definitiva, siempre bajo la autorización de la administración concursal y la supervisión judicial. Estas medidas buscan optimizar los recursos disponibles de la empresa deudora, maximizando su valor en beneficio de todos los acreedores y del proceso concursal en su conjunto.
El Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC) establece un marco normativo claro en este sentido. Por un lado, paraliza el devengo de intereses sobre los créditos concursales desde la declaración del concurso, evitando así una escalada de la deuda y facilitando una gestión más eficiente del proceso. Por otro, refuerza el principio de conservación de los contratos, declarando nulas las cláusulas que prevean su resolución automática por el mero hecho de la apertura del concurso.
No obstante, el incumplimiento contractual por parte de alguna de las partes puede dar lugar a la resolución del contrato. En este caso, el TRLC distingue entre los incumplimientos anteriores y posteriores a la declaración de concurso, calificándolos como créditos concursales o contra la masa, respectivamente.
Esta regulación tiene como objetivo principal salvaguardar los intereses de los acreedores y, al mismo tiempo, proporcionar al deudor un entorno estable que le permita renegociar sus deudas y buscar una solución viable a su situación financiera. Al permitir la continuidad de aquellos contratos esenciales para la actividad empresarial, se fomenta la preservación del valor de la empresa y se maximizan las posibilidades de recuperación.
Es importante destacar que los acreedores no pueden exigir la resolución de un contrato simplemente por el hecho de que la empresa se encuentre en concurso de acreedores. Este principio de conservación contractual es fundamental para garantizar que el deudor disponga de las herramientas necesarias para gestionar el proceso concursal y explorar todas las alternativas posibles para salir de la situación de insolvencia.
Responsabilidad personal del empresario individual
Un aspecto esencial para los empresarios individuales o autónomos es su responsabilidad personal e ilimitada sobre las deudas generadas en el ejercicio de su actividad económica. Debido a esta responsabilidad ilimitada, es fundamental contar con asesoramiento legal especializado que permita identificar la estrategia más adecuada para acceder a la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI). Este beneficio puede obtenerse a través de un plan de pagos que facilite la satisfacción parcial de las deudas o mediante un procedimiento de liquidación que permita la liberación definitiva del pasivo no satisfecho.
Efectos sobre los trabajadores de la empresa concursada
Si tu empresa tiene empleados, la declaración de concurso también afectará sus contratos. Podrían adoptarse medidas como modificaciones sustanciales en las condiciones laborales o incluso despidos objetivos, aunque siempre con autorización judicial.
Este tipo de medidas son fundamentales para la reestructuración de la empresa, pero deben realizarse con cuidado, respetando los derechos de los trabajadores y garantizando el cumplimiento de la normativa laboral. Si eres un empleador en esta situación, FBI Abogados te ayudará a tomar las decisiones correctas.
Reputación empresarial y visibilidad pública
Aunque la declaración del concurso implica una mayor visibilidad pública de la situación económica de la empresa, no debe considerarse un fracaso. Cada vez más empresas recurren a este procedimiento como una forma legítima de reorganizarse, y los tribunales ven el concurso como una herramienta para dar una segunda oportunidad a quienes buscan una solución a sus problemas financieros. En el ámbito empresarial, esta medida puede reforzar tu credibilidad al mostrar que buscas soluciones responsables.
Responsabilidades tributarias durante el concurso de acreedores
La normativa concursal también tiene implicaciones en el ámbito tributario. Una vez hecha la declaración del concurso de acreedores, se impide con carácter general que Hacienda inicie o continúe procedimientos de embargo sobre los bienes necesarios para la actividad empresarial, excepto en ciertos casos excepcionales. Esto protege la viabilidad económica de la empresa, permitiéndole continuar con su actividad y evitar que las acciones fiscales descontroladas agraven aún más su situación.
Cómo afrontar el concurso de acreedores con éxito
El concurso no debe verse como una condena definitiva, sino como una herramienta legal para reorganizar y darle una nueva oportunidad a tu empresa. Si bien puede implicar una visibilidad pública mayor, también ofrece una serie de mecanismos para reestructurar activos, pasivos y asegurar la viabilidad futura.
En FBI Abogados, contamos con un equipo especializado en derecho concursal en Fuenlabrada y en los trámites de la Ley de Segunda Oportunidad que puede asesorarte y ayudarte a gestionar el proceso de forma eficiente protegiendo los intereses fundamentales de la empresa.
Tus abogados de confianza en el sur de Madrid y norte de Toledo. En FBI Abogados, estamos cerca de ti para ayudarte a superar tus dificultades financieras. Contamos con amplia experiencia en concursos de acreedores y Ley de Segunda Oportunidad. Brindándote soluciones personalizadas en localidades como Alcorcón, Móstoles, Leganés, Fuenlabrada, Getafe, Parla e Illescas. ¡No dudes en consultarnos!